INFORMAMOS QUE LAS PELEAS DE GALLOS SON ILEGALES, EN ESPAÑA, AUNQUE SIEMPRE HAY RESQUICIOS EN LA LEY, NO LA CRÍA DE DICHOS EJEMPLARES, PARA MÁS INFORMACIÓN, OS REMITIMOS UN ARTÍCULO DE EL PAIS.
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Andalucía es una potencia en la cría de gallos de pelea. ¿Pero no están prohibidos estos espectáculos?, se preguntarán muchos. Sí, en España está prohibida la pelea de gallos (la "riña", como dicen criadores y aficionados) desde 2003, pero sí se autoriza la cria de estos animales.
Se calcula que en estos momentos se crían unos 100.000 ejemplares de los que el 90 por 100 lo hacen en granjas ubicadas en Andalucía, muy especialmente en zonas próximas a Jerez o Sevilla. Estas aves tienen como destino otros países donde el espectáculo de la riña de gallos si está permitido y tienen un largo arraigo, especialmente en América Latina.
Por algunos de los ejemplares se llega a pagar hasta 1.000 dólares, por lo que resulta evidente que se trata de un negocio muy lucrativo, aunque sus reventas en países como Colombia, México o Venezuela pueden multiplicar sus precios.
Los criadores de gallos de pelea han creado la Federación Andaluza del Gallo Combatiente Español (Fadgce) que así se llama la raza tan demandada en el mercado latinoamericano, donde curiosamente la raza se conoce como gallo jerezano.
Resquicio a las peleas
También, para poder organizar las pruebas y mantener los cruces de los ejemplares de los galleros, éstos se organizan en peñas y en lugares cerrados y acondicionados poir la propia federación.
Sin embargo, esta actividad de cría deja un resquicio a las peleas en el que a veces se escudan los espectáculos clandestinos. En la Ley de Protección de los Animales de Andalucía, están prohibidas las peleas de animales, pero se incluyó una excepción a esta prohibición, gracias a la presión de esta Federación, que permite las "pruebas" de gallos en determinadas circunstancias, supuestamente con la finalidad de seleccionar la cría del gallo para la mejora de la raza y su exportación.
Por lo tanto, los criadores tienen espacios para probar la valentía de sus ejemplares y para seleccionar la raza a los que no es fácil acceder si no están federado. Al menos, en teoría. Y ahí es donde han surgido a veces los problemas.
Proyecto en Sanlúcar
Hace unos meses, dirigentes de la federación del gallo combatiente mantuvieron una reunión en el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda para abordar el proyecto de instalación de un centro de investigación y cría de esta raza en esta localidad gaditana próxima a Jerez. Esta federación, que cuenta con miles de socios en toda Andalucía, ha elegido la ciudad para ubicar este centro al ser una de las que tiene mayor número de asociados, alrededor de 4.000.
La Federación Andaluza, a la vista de la tradición que el gallo combatiente tiene en Sanlúcar, se puso en contacto con el Ayuntamiento hace algo más de un año para plantear la posibilidad de levantar en la ciudad un Centro de Investigación de esta raza. El proyecto consistiría en un centro de referencia internacional en materia de investigación y educación en torno a las aves que contaría con laboratorios, aulas, talleres y centro de estudio, en unas instalaciones que podrían ser utilizadas por el Ayuntamiento para otros fines.
Para ello, la Federación también trabaja con la Facultad de Veterinaria de Córdoba, desde el punto de vista genético, para lograr el reconocimiento de la singularidad de esta especie, así como con empresas farmacéuticas y del sector agroalimentario para el cuidado y desarrollo de la misma.
La Fadgce está en contacto con la Junta de Andalucía para que esta actividad se desarrolle conforme a la ley. Pero se han encontrado con la oposición frontal de las asociaciones protectoras de animales, que ante la posible ubicación en Sanlúcar de Barrameda, de un Centro de Investigación sobre el gallo de pelea denuncian que la salvedad de la ley a la prohibición de peleas de gallos para la selección de raza, en muchas ocasiones, "sirve de coladero no sólo a la cría gallos en azoteas y cualquier sitio sin controlar, sino a la organización de peleas ilegales donde se cruzan apuestas y donde los animales terminan encontrando la muerte".
Así presionan al Ayuntamiento de Sanlúcar, que debe valorar la idoneidad de financiar o ceder un local para la creación de un centro donde realizar una actividad "que, por su mera naturaleza, conlleva bastante riesgo de maltrato animal", argumentan las protectoras de animales.
Ilegales, menores y drogas
Otro obstáculo con el que se encuentran los criadores de gallos es con los incidentes y peleas ilegales, que cada cierto tiempo salen a relucir. Hace poco más de un mes se produjo la operación más importante que se recuerda contra las irregularidades en las peleas de gallos en Andalucía.
Los agentes del Seprona hallaron durante siete inspecciones casi simultáneas tres ejemplares muertos y 25 con graves heridas y mutilaciones en riñas clandestinas. Por estos motivos, detuvieron a nueve personas, los propietarios de los gallos a los que sorprendieron en riña, a los que ahora se les imputó un delito de maltrato animal.
La Guardia Civil levantó además 210 denuncias: 182 por infracciones administrativas en materia de apuestas, por maltrato de animales, por permitir la entrada de no socios en las peñas, por carecer de seguro obligatorio y por dar publicidad al evento; y 28 más por consumo de estupefacientes, por portar armas blancas y por obstrucción a la labor inspectora. También se aseguraba que había presencia de menores de edad.
Fuentes de la Guardia Civil no dudaron en señalar que las peleas de gallos siguen estando rodeadas de un entorno de "enorme marginalidad". Para la operación participaron alrededor de 100 agentes del Seprona, la Segunda Compañía de Jerez.
Meses de planificación
La acción fue el resultado de varios meses de planificación de la Guardia Civil para demostrar las irregularidades que se esconden detrás de las riñas de gallos al margen de las permitidas por la ley. Es por eso que en la federación no gustan de hablar con los medios de comunicación, porque temen una visión negativa de su afición.
Pese a todo, hay quien considera que se trata de una actividad de gran arraigo (se dice que Hernán Cortés tenía el mejor reñidero de América cuando generaciones atrás se llevó el gallo de pelea a América). Y en casos como el de Sebastián, toda la vida gallero y que vive en una pedanía de Jerez, que no duda en asegurar que quien ama a estos animales, es una afición que no puede dejar!".
